Hola amigos internautas, Un día más, y ya van tres, estoy de nuevo a la carga contandoos más experiencias y vivencias personales.
Hoy os cuento el aspecto positivo de este cambio y es conocer a esa gente tan auténtica y feliz con la que suelo pasar estos días de mi vida, mientras van pasando las jornadas hasta descubrir de qué voy a vivir o con qué voy a llenar mi tiempo a partir de ahora en esta bella ciudad marinera, mi querido Gijón del alma y del amor hermoso.
Realmente es un momento bonito y feliz porque se empieza algo y también inseguro y tortuoso porque no sabes muy bien por donde meterte ni a quién seguir o que palabra decir, pues no conoces mucho a la gente ni has convivido con ella y no sabes muy bien por donde tirar. Al fin y al cabo, te encuentras en una encrucijada y para salir de ahí necesitas confianza, constancia y temperamento.
Realmente es un momento bonito y feliz porque se empieza algo y también inseguro y tortuoso porque no sabes muy bien por donde meterte ni a quién seguir o que palabra decir, pues no conoces mucho a la gente ni has convivido con ella y no sabes muy bien por donde tirar. Al fin y al cabo, te encuentras en una encrucijada y para salir de ahí necesitas confianza, constancia y temperamento.
Sin embargo, creo que he errado y es que el hombre es el único animal que choca dos veces contra la misma piedra. Para ser sinceros, este mismo error, que consta de múltiple e infinitos actos basados en un mismo error o fundamento, lo cometí a mi llegada a Ávila. Creía que para ganar la atención de la gente, para ser más protagonista en esta vida debía hacerme el interesante y dado que no se de muchas cosas, iba como un correveidile de un lugar a otro contando algún que otro chismorreo o simplemente metiéndome entre la gente, donde nadie me llamaba, para ayudar y arreglar las cosas. Pero amigos míos, en lugar de eso, lo único que conseguí fue más odio y más distancia entre la gente.
Como dije al principio hay que ser positivos y lo que me paso antes no me tiene porque volver a pasar ahora. Debo estar más alerta que de costumbre y evitar esas malas pasadas que me juega mi lengua viperina de verdulera y de típica señora que se pasa el día leyendo el pronto y viendo sálvame, para empezar a saborear el dulce aroma del silencio y de la reflexión.
Ojalá pudiera volver a empezar, hacer click y que mi vida se reseteará como se resetea la memoria de un ordenador, pero eso no es posible y nadie ni nada podrá borrar de mi cabeza esas meteduras de pata.
Es momento de cambiar, es momento de madurar, es momento de crecer.
En definitiva ¡ES MI MOMENTO¡
Os dejo con esta canción que describe muy bien éste último sentimiento de cambio y de nostalgia.
EL CHOJIN - QUISIERA SER

todos aprendemos de nuestros errores, no te preocuopes :)
ResponderEliminarYa ya lo se, pero cuándo se cometen demasiadas veces y encima la gente se da cuenta de ello y te da un poco de lado por esta razón, pues duele porque sabes que el resto tiene razón y eso te hiere el corazonzito, jejeje.
ResponderEliminar