Hola chic@s, hoy quiero sincerarme no sólo conmigo mismo sino también con todos aquellos que me rodean y que me leen. Realmente escribo esto para que aquellos que me leen me pongan el freno de mano porque yo aún no soy capaz.
Desde que llegué a Gijón, creo que me hice el "gallito" diciendo "Yo Puedo" y no es cierto yo sin vosotros y sin Dios nada lo puedo y durante todo este tiempo os he dejado de lado, no he contado con todos vosotros como una ayuda esencial en mi vida sobre todo ahora que no le encuentro fin ni sentido.
Hace un rato mientras que hablaba con una amiga muy importante en mi vida me preguntaba que como iba todo que si estaba todo bien por allí a lo que yo contestaba que sí que iba todo bien. Sin embargo, luego me di cuenta de que eso no era cierto.
¿Por qué mentir y engañarme a mí mismo? No es ya la consecuencia para los demás sino lo que trae para uno mismo. Creo que en estas semanas he sido un engreído y un falso y lo peor es que me he creído a mi mismo la propia mentira.
¿Por qué tengo que estar en Gijón si yo quiero estar en Ávila?¿Por qué estudiar una oposición y una tan alta si yo no quiero?¿Por qué simplemente levantarme todas las mañanas si yo no quiero nada de lo que me ofrece esta mierda de mundo en el que me toca vivir y en el que jamás se cumple lo que yo quiero?
Necesito un tiempo para reflexionar que puñetas estoy haciendo con mi vida robando dinero o cogiendo dinero que no es mio para comprar comida o robar comida de mis amigos y luego dar unas largas caminatas. Necesito saber por qué me estoy comportando como un autentico niñato de 16 años que acaba dando eses tras un sábado de fiesta y que sólo con el alcohol es capaz de hacer y decir cosas que pensaba, pero que jamás debería haber hecho o dicho.
Necesito que alguien me abrace y me pregunte si estoy bien o mal, que con una sola la mirada o palabra sepa como lo estoy pasando o como estoy, que me de su hombro para llorar o que simplemente me pongo a caer de un burro, pero sabéis lo peor. Esa persona existe y tiene nombre propio porque es la mejor persona que conozco sobre la faz de la tierra y está a 400 y pico kilómetros de distancia.
Cuando cierro los ojos y veo a esas veinte y pico personas que me despidieron de Ávila a mucha de las cuáles consideraba perdidas de mi vida, pero que estaban allí, me doy cuenta de los subnormal que soy.
Pero que le vamos a hacer. Hay que seguir luchando y viviendo. Quizás me deberé conformar otra vez más con la situación, como no. Por otro lado, pienso que si oposito y la jugada sale bien en tres años habré salido de este infierno, que es menor gracias a la gente del coto.
Y si siempre preferiré protestar aquí que en persona y a la cara. Ese soy yo, llamadme FALSO o lo que queráis, pero es más fácil.
Un fuerte abrazo

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